sábado, 26 de abril de 2008

Esa fué la sensación

Un letargo al corazón, en lo más profundo,
partiendolo en incontables pedazos
para que no se guardase nada nunca más...
Pero cuál era la necesidad,
o no, fué por la minúscula ciudad que permitió sucediera lo imaginado.
Impensable!!! Tanta vulnerabilidad cubriendo el lugar!
Ay esta pena... ha vivido en un vaivén tanto tiempo
y ha soportado tantas injusticias.
hoy ha tenido que detenerse y darse cuenta de que hay que permanecer
en un solo lugar,
en el cual no este el fantasma... ¡ de mi bendita oscuridad!.

1 comentario:

Xaj dijo...

Hay que detenerse alguna vez...y dejar que los fantasmas se vayan bien lejos.

Saluditos, muchos. Abraxos, mas.